Aquí se describe la experiencia de José Mora, un estudiante de la Escuela de Psicología y Educación de la Universidad de Las Américas quien ha usado los instrumentos de la familia CORE para evaluar los procesos de atención psicológica que llevó a cabo en el contexto de sus práctica pre-profesionales. Este es su relato sobre la utilidad de estos instrumentos.
El ejercicio de la psicoterapia clínica se ha visto marcado por el nacimiento continuo de cuestionarios que buscan medir cómo estamos ejerciendo dicha labor, como podemos intentar medir nuestro desempeño y el progreso de nuestros procesos. El CORE-OM es una herramienta práctica y versátil que permite aproximarnos a este objetivo, permitiendo que los terapeutas evalúen sus propios métodos y aproximaciones a un caso con un extra de información significativa. ¿Cómo? A través de la medición en afirmaciones revisadas por investigadores que nos permiten aproximarnos a la percepción subjetiva del consultante, paciente o cliente con respecto a su bienestar integral.
Por ello, considero que el mejor uso del CORE no es el de un molde en el cuál encajar los casos a una curva “perfecta” de progreso considerado como “adecuado”, sino como una herramienta más del versátil bagaje teórico y práctico de los psicoterapeutas y profesionales de la Salud Mental, que permite una reflexión crítica sobre los procesos, más que una confirmaciones de nuestras propias “verdades“ subjetivas.
Vivimos hoy día en un mundo que parece demandar continuamente verdades absolutas, respuestas instantáneas y certezas infalibles; sin embargo, esto nos aleja del ejercicio del caso por caso propio de la naturaleza humana, tomando distancia de las historias que involucran a cada consultante y rechazando, en cierta medida, la complejidad de lo que implica “ser” y ser humano. Es por ello que no existe un solo cuestionario que nos permita acceder a toda la información que compone la historia, contexto, identidad, personalidad, cognición, emoción y biología de un individuo, sin embargo, el uso de los cuestionarios y baterías de evaluación pueden permitir una aproximación más a la comprensión de esta complejidad.
El CORE-OM es una herramienta que puede utilizarse de esta manera, como una aproximación al proceso del proceso colaborativo que se da en terapia, una que nos permita cuestionarnos críticamente nuestras técnicas y estrategias, retándonos a evaluarnos como profesionales y humanos con respecto a cómo, y desde dónde, estamos abordando aquel motivo de consulta que traen los seres humanos a la puerta del consultorio. No es un artefacto sagrado ni el proveedor de verdades absolutas, o aquello que substituye la labor del profesional en Salud Mental, es más valioso que ello; es algo que nos permite observar desde otro punto de vista lo que sucede en ese complejo espacio donde dos individuos se sientan juntos para colaborar en un proceso tan complejo como humano, reconociéndose en los continuos cambios que pueden darse y contando con una herramienta que nos permita visualizarlos con un poco más de claridad
José Mora (jose.mora@udla.edu.ec)